"El primer día de mi vida en el que no sólo no me arrepiento de salir si no en el que me alegro."
Pues bien, harto como estaba de la última práctica de ingeniería de control de manera compulsiva y con un simple ¿Vais a salir hoy? mando un mensaje a una amiga. En breve, antes de que me diera tiempo a continuar mi labor, recibo respuesta concretando la hora y el lugar de la cita.
No esta mal, me digo, de momento tengo a donde ir. Con fuerzas renovada afronto por n-esima vez el problema de "Controlar un sistema con integrador en serie y observador total de estados" al poco me doy cuenta de mi error, estaba calculando la salida del sisteman con las variables de estada estimadas no con las reales. Hago los cambios pertinentes y ¡¡¡Eureka!!! el sistema queda simulador perfectamente. Bien voy a salir por fin con el deber cumplido.
Para ambientar mientras me cambio y acicalo pongo a los Kemopetrol, la verdad que "Child is my name" es muy apropiado para esas ocasiones, influye mucho animo. Y por fin salgo a airear mis dos días completos intentando controlar un sistema (¿Mi vida?). De camino al bar de constumbre me encuentro con Leire que desde las nueve andaba por estos mundos de Dios de copas con sus amigas, de las que logro escapar para vete tu a saber donde acabar, seguramente no en muy buen estado. Bueno su hermana no sale, alguien menos con el que charlar
Arribado al punto de encuentro, y tras el llamada de atención desde la última mesa, me sumerjo en el ruido y el humo para tropezar con una docena de conocidos en la mesa anterior a los cuales voy saludando, aunque mi aura pesimista todavía me acompañaba, creo que salvé la situación decentemente.
Y alli estaban en el fondo María, Teresa, Susana y Marta, la mejor representacion del grupo que dejé supuestamente dejé colgado en la cena de reyes, y aunque ellas ya lo sabían (o yo lo presuponia así) se empeñaban en hacerme culpable de su ignorancia. Unas cuantas rondas de copas, unos cuantos saludos más y nos alargamso de allí hasta eso de las las tres de la mañana. La conversación no estubo mal, más de lo mismo, pero hay que socializarse. Creo que me estoy haciendo demasiado exigente. Y de allí al antro inmundo otra copa, saludo de Ana, y a bailar música inmunda, aguanté media hora y me large a buscar a mis amigos.
Tarea facil, porque como siempre estaban intoxicandose a base de cubalibres, en el bar donde horas antes lo hacian Leire y sus amigas. Miguel a dormir, lo de tener novia lo ha dejado mas muermo que de constumbre, y el resto como siempre. Luis se habia acordadado de traerme el folleto del museo Numantino, siempre se puede confiar en el. Charlamos un rato sobre cybertech, su foro y la forma de hacer preguntas, mas conversación insulsa con el resto de parroquianos y decidí ir a buscar mi cazadora que se hallaba en el antro inmundo, para seguido ir a recoger el libro a su coche.
De vuelta al averno, me encontré de nuevo con Ana hablando con mi hermano, le comente que me marchaba, y aún asi estuvimos hablando unos veinte minutos lo de siempre pero con algun que otro complemento, no estuvo mal, incluso creo que me contó alguna cosa "personal" e hicimos planes de viaje, no esta mal para empezar mejorar la relación. Recogida la cazadora y comprobado que no se hallaban por allí la mis cuatro amigas. Decidi ir a despedirme de ellas al único otro lugar en el que se podían encontrar, no si bien antes no haberme despedido efusivamente, a iniciativa de Ana.
Adentrandome en la caberna de cerbero, casualidades de la vida, casi me tropiezo en las inusualmente despobladas escaleras con Carmen. !Hola! ¿Qué tal? ¡Cuanto tiempo! y un par de besos muy cariñosos. No la veía desde comienzos verano, y dede comienzos verano que no la veía tan bien. --¿Como por aquí?-- Nada, a despedirme de unas amigas. -¿Y tu que tal todo? ¿Has estado por aquí en vacaciones?- , trate de conversar lo más gradablemente posible. Unas cuantas preguntas más que me habian formulado hace escasos minutos y la conversación me recordaba, aunque no tenia nada que ver, a la primera que mantuvimos unos años atras. ...¡conocía el IEEE!, y el ruido de la metralla no nos dejaba escucharnos. Por mi mente pasó la idea de pedirle que nos fueramos a hablar a otro lugar, pero preferí no estropear algo que estaba sindo tan agradable a pesar de las perturbaciones. Unas cuantas explicaciones, las mejores que encontre en esos momentos y me ofrecí a brindarle toda la infromacion que necesitara a cambio de su dirección de correo. Al principio no funcionó, claro esta que le pregunté si se conectaba con regularidad a internet, mi tacto puede ser tan sutil que no produzca ninguna sensación. Lanzado irremediablemente a la explicación de el porque de la pregunta, le arranqué un --¿No lo tienes?-- --¿Tienes algo para apuntarlo?-- y el tiempo me faltó para pedirle al más tonto de los camareros que ha tenido el antro en el que nos encontrabamos, pero que en esos momentos me parecia el mejor metre, para pedirle papel y boligrafo. Apunto su dirección e incluso me pidió la mía. Creo que le he causado una buena primera impresion, pensaba, mientras mi mano temblorosa trazaba, por supuesto la dirección del IEEE. -¿Lo entiendes bien?- --Si, esto es una A ¿no?-- -Si. Bueno, ya nos veremos-.Nos despedimos, nos deseamos suerte en nuestros examenes y proyectos, e iniciativa ajena otra vez, nos dimos un par de besos y ella se marchó. Creo que no me he sentido tan felíz nunca, saltaba, brincaba, vailaba de alegria, al son de la metralla. No se si por el hecho de haber reacionado a tiempo, haber conseguido una dirección, que fuera de ella, o que a ella aparentemente le hubiera agradado, no lo se, pero me sentia muy felíz (Es lo que tiene la felicidad, si no pregúntaselo a Punset).
Despidido de mis amigas, ajenas a la representación y recogido el libro del coche de Luis, tras 'chapa', mas o menos inconsumible, pero que hasta cierto punto es de agradecer, me dirí a casa diciendo para mi mismo 'Tranquilo, ahora todo es cuestión de tacto y tiempo. Esto no lo puedo estropear otra vez.'. Y es verdad, espero que aunque al final esto no llegue a nada, por lo menos la relación acabe siendo cordial. Carmen es una de las mejores personas ue he concido, y me apenaría sobre manera no tenerla como amiga.
Y por fin se acabo la noche, con todo mi mundo patas arriba y haciendo un sobre esfuerzo por centrarme en lo ue proximamente se me avecinaba, pero con la senscion de tener un objetivo cumplido.
No se si la noche fue demasiado brillante en cuanto al grado divesión, pero creo ue en el plano del crecimiento personal fue de las mejores ue he tenido. De lo ue si estoy seguro es ue acabarla con una gran sensación de felicidad.